Mejores lugares históricos en Filadelfia

La penitenciaría fue un experimento social del siglo XIX que se basó en los principios cuáqueros. La regla principal era que los prisioneros se encontrarán absolutamente recluidos para que pudieran emplear su tiempo rezando, pensando y cumpliendo penitencia. De hecho, la soledad destruyó a muchos y finalmente la superpoblación impulsó una miseria que ya no buscaba ninguna clase de reforma. Finalmente, la prisión fue clausurada en la década de 1970. El grado de infamia que se vivió en la Penitenciaría Estatal Eastern hacía que Alcatraz fuera juego de niños. Algunos de los prisioneros que moraron entre estos muros fueron el criminal Al Capone y el ladrón de bancos Willie Horton. Aunque la prisión hoy está totalmente derruida, sentirán escalofríos cuando contemplen las celdas abovedadas y la rotonda central.

Si bien William Penn abandonó la iglesia anglicana para convertirse en cuáquero, practicaba la tolerancia religiosa. Los anglicanos construyeron esta bonita estructura entre 1727 y 1744 según los diseños que Chistopher Wren hizo en Londres. Todavía se ofrecen servicios los sábados y los días festivos, y también se organizan recorridos guiados. El asiento de George Washington está marcado con una placa conmemorativa. El cemementerio Christ Church, el descanso final de Benjamin Franklin y su familia, se encuentra en la intersección de las calles 5ta y Arch.

El Centro de la Constitución Nacional se dedica a la investigación de la Constitución de los Estados Unidos y a esparcir ese conocimiento entre las masas. El museo cuenta con una colección sinigual de objetos, reliquias y exposiciones multimedia que ofrecen un vistazo ávido al rico patrimonio del país. Exploren las exposiciones interactivas, vean la réplica de la Proclama de la Emancipación y aprendan más sobre la Guerra de la Independencia. Grábense mientras leen el Juramento Presidencial y codéense con las 42 estatuas de bronce de los pioneros de la constitución. De especial mención son las réplicas de los edificios gubernamentales y las fotografías de los ganadores de los premios Pulitzer. Para divertirse, impriman sus propios premios y jueguen a la trivia. El complejo también es el hogar del Centro Annenberg para la Educación y el Compromiso.

Conocido como la cuna de la Declaración de la Independencia y la Constitución de los Estados Unidos, el Salón de la Independencia es uno de los hitos históricos más reconocibles no solo de Filadelfia, sino que de toda la nación. Además de la concepción de los ya mencionados documentos revolucionarios, el salón también fue el punto de reunión del Segundo Congreso Continental y de la Convención Constitucional. El salón es la joya del Parque Histórico Nacional de la Independencia, de más de 18 hectáreas y hogar de unos 20 edificios históricos de renombre (muchos de ellos abiertos al público). La Campana de la Libertad se encuentra a poca distancia del Salón, si bien su hogar original fue el campanario del Salón de la Independencia. Cada 15 minutos inicia un nuevo recorrido guiado por el Salón. Visiten el sitio web para más información sobre el parque en general y el Salón de la Independencia en particular.

Los salones gremiales fueron tan importantes en la joven América como lo fueron en Europa. El Salón de los Carpinteros se alza como tributo a las manos que construyeron los Estados Unidos. Este recinto histórico está correctamente ubicado entre muchos otros edificios históricos, y ninguno de ellos estaría hoy en pie de no haber sido por el talento y la mano de obra estadounidense. La estructura es muy simple pero está bien hecha. En el interior encontrarán libros y suvenires relacionados con la historia y la arquitectura en los Estados Unidos, además de postales y juguetes para niños.

La leyenda de cómo Betsy Ross creó la primera bandera de los Estados Unidos no cuenta con la evidencia histórica correcta pero sigue siendo una parte esencial de la historia del país. Su casa ofrece una mirada a la vida colonial. Betsy Ross alquilaba las habitaciones de la casa a viajeros y caminantes. Según la Sociedad Histórica de Filadelfia, la Casa de Betsy Ross recibe más visitantes que cualquier otra atracción turística. La casa se encuentra en el Casco Histórico de la ciudad, junto a muchas tiendas y restaurantes.