El Museo Británico es una las principales atracciones turísticas de Londres así como un importante recurso académico. La colección fue legada a la nación en 1753 pero el distintivo edificio de estilo neogriego fue construido durante el siglo XIX. Durante el apogeo del Imperio Británico la colección creció enormemente, razón por la cual el museo tiene fama de haber adquirido piezas de todos los rincones del mundo y en la actualidad cuenta con una colección de más de 8 millones de objetos. Las exposiciones abarcan una superficie de unas 5,5 hectáreas (al rededor de 14 acres), por lo que es imposible ver todo en una sola visita. La famosa piedra de Rosetta, los relieves asirios, los mármoles del Partenón y la inmensa colección egipcia son solo algunas de las exposiciones más reconocidas del Museo Británico.
Diseñado por sir Horace Jones y abierto en 1894, el Puente de la Torre es una de las postales más buscadas. Este monumento famoso fue construido sobre el río Támesis y ofrece una vista sinigual de la Torre de Londres. Debido al volumen de tráfico fluvial en el siglo XIX fue necesario incluir en el diseño del Puente de la Torre un par de pivotes basculantes que pudieran ser elevados. Una de las características más impresionantes del puente es la sala de motores, que data de la época victoriana y en la que se encuentran los motores a carbón que se utilizaban para elevar las plataformas. Ambas torres, la Norte y la Sur, están abiertas al público. Incluso encontrarán una pasarela vidriada que conecta ambas torres y que permite admirar la ciudad desde las alturas.