Mejores atractivos románticos en Copenhague

Fundado en 1843, los Jardines Tívoli son un parque de diversiones único ubicado donde solían estar las murallas de la entonces ciudad fortificada. De hecho, el lago dentro del parque es un vestigio del foso original de la ciudad. Mundialmente conocido por su atmósfera de carnaval y sus atracciones emocionantes, los Jardines Tívoli combinan el encanto del viejo mundo con el dinamismo del futuro. El parque ocupa unos impresionantes 80.000 metros cuadrados en el corazón mismo de Copenhague, lo que lo convierte en uno de los parques de diversiones más grandes del país. Los Jardines Tívoli ofrecen unas atracciones increíbles, como una montaña rusa histórica, un barco pirata mítico y varios carruseles. También encontrarán al rededor de 40 bares y restaurantes, algunos de los cuales son gourmet y datan de 1843. El entretenimiento de la más alta calidad está garantizado y las festividades se vuelven más marcadas durante la temporada navideña.

El corazón de Copenhague es el hogar de la impresionante torre circular construida a pedido de Christian IV con el fin de promover los estudios astronómicos en el país. Construida en el siglo XVII, la Torre Circular fue en sus inicios un observatorio que estaba conectado con la Iglesia Trinitatis, y formaba parte del Complejo Trinitatis. Entre lo más destacado del antiguo observatorio se encuentran las escaleras ecuestres de inclinación suave, el corredor helicoidal y la plataforma de observación situada en lo más alto. El monograma del rey Christian IV está exhibido en la fachada de la torre al igual que el enrejado bellísimo diseñado por Kasper Fincke. En el interior de la Rundetaarn, el camino en espiral los llevará hasta la biblioteca, donde en el pasado había una inmensa colección de libros universitarios y que era frecuentada por el escritor literario danés Hans Christian Andersen. Con una arquitectura ingeniosa y un interior muy bien diseñado, no sorprende que la Rundetaarn sea uno de los emblemas más icónicos de Copenhague.