Primera clasificación Restaurantes y cafés en Grandes Montañas Humeantes

Si quieren disfrutar de una experiencia gastronómica de calidad en las Humeantes, vayan directamente al restaurante del Lodge at Buckberry Creek, que se encuentra en el bello y rústico salón comedor del Lodge. Los aclamados chefs del restaurante crean platillos memorables que deleitan a todo quien los prueba, mientras que la vista del Monte LeConte que se puede apreciar desde las mesas al aire libre los dejará sin aliento. El restáurate, que propone un menú de estación, prepara un brunch imperdible.

The Old Mill Restaurant sirve deliciosa comida reconfortante en un ambiente encantador. Ataquen un sabroso plato de barbacoa mientras contemplan el serpenteante Río Pigeon. El restaurante también ofrece una vista preciosa del viejo molino que le dio el nombre al establecimiento; contemplen la rueda del molino en movimiento mientras disfrutan de la comida. El restaurante es particularmente famoso por sus desayunos generosos que incluyen unas galletitas muy esponjosas, polenta con salsa y unas salchichas que los harán chuparse los dedos.

Smoky Mountain Brewery es un pub cervecero que ofrece cervezas excelentes y comidas deliciosas. En la cocina se preparan unos bocadillos realmente sabrosos, unos sándwiches y unas hamburguesas enormes y unas pizzas hechas a mano y perfectamente crujientes. Y hasta ahora no se dijo nada de la cerveza. En el pub encontrarán tiradas pequeñas de cervezas artesanales cuidadosamente diseñadas, lo que garantiza que cada gota está recargada de sabor, desde la Cherokee Red Ale (una Amber un poco frutada) hasta la refrescante Mountain Light Lager.

Nadie se va de Mama's Farmhouse con el estómago vacío. El restaurante ofrece un menú de tenedor libre "estilo familiar", pero recuerden que algunos platillos se sirven solo en días especiales, como el pollo frito y los filetes de pollo fritos. Además de esos platos principales, les servirán sopa o ensalada, galletas y cinco guarniciones a elección de una lista larga que incluye macarrones con queso, guiso de batata y okra frito. Un plus más que agradable: los menores de cinco años comen gratis.

Si bien el granero original sufrió un incendio a principios del siglo XX, la casa de seis habitaciones que se construyó en 1921 con el fin de reemplazar la granja sigue siendo el corazón de este establecimiento de gerencia familiar. The Applewood Farmhouse Restaurant abrió sus puertas en 1986 y desde entonces no hace más que deleitar a sus comensales. En la cocina se preparan y sirven porciones generosas de la gastronomía estadounidense pero con un toque campestre, pero hay que reconocer que el platillo emblema del restaurante es el pastel de manzanas que jamás decepciona.