Este restaurante, muy aclamado, ofrece una variedad de exquisiteces cocinadas con todo el amor del célebre chef Heston Blumenthal. El menú es casi en su totalidad Británico y las comidas, algo extravagantes, los dejarán queriendo un poco más. Si todavía no están seguros prueben platos como las frutas rellenas de carne o la mousse de hígado de pollo. Es un poco más caro que otros lugares, pero vale la pena viendo el ambiente, la comida, el servicio y la decoración. ¡Comer aquí es una experiencia única en la vida!
Dense más de un gusto en J. Sheekey. Comiencen con caviar u ostras francesas e irlandesas, seguidas por uno de sus platos principales, que les dan un toque moderno a los platos ingleses tradicionales. Los platos incluyen tartas de pescado, pasteles de salmón con salsa de alazán sobre un colchón de espinaca y risotto de champignones escoceses. Este restaurante también prepara verdaderas delicias para después de una visita al teatro. Algunos de sus postres son inigualables, como los frutos rojos escandinavos helados con salsa de chocolate blanco.
Galvin at Windows, que está dentro del Hilton Londres en Park Lane, sirve cocina francesa realmente deliciosa. La vista de la ciudad desde su ubicación en el 28° piso del hotel es espectacular. Es una opción popular para almuerzos de negocios, cenas románticas y para relajarse los fines de semana. Los domingos no se pierdan el brunch con champagne. El restaurante sirve platos más que seductores y garantiza una experiencia culinaria inolvidable. El bar es impresionante: tiene una selección de cócteles de autor, además de whiskies que se pueden disfrutar junto a la gran vista de Londres. Vengan a cenar un viernes o sábado y difruten de la música en vivo además de la comida. Si están con ganas de bailar, ¡la pista es toda suya!
Elegante y atractivo, Artesian en The Langham cuenta con interiores impresionantes, que combinan influencias asiáticas con toques modernos. Esto no es de sorprender, ya que el famoso diseñador del bar, David Collins, solo se conforma con interiores lujosos y llamativos. Al echar un vistazo a la carta de cócteles, se puede entender por qué el bar fue honrado con el premio al "Mejor menú de tragos del mundo 2011". Se puede elegir entre una amplia carta de clásicos, así como algunas creaciones deliciosamente originales. Cuando se trata de bebidas, ningún detalle se pasa por alto, incluso el hielo se hace mediante un proceso especial para complementar cada una de ellas. En este lugar lo "casi perfecto" no es una opción.
Launceston Place está sobre la tranquila calle Kensington y es un restaurante discreto y con una gran trayectoria. Es un clásico que nunca perdió su calidad. La combinación de salas conectadas y decoración amena crea un ambiente íntimo. No se pierdan de sentarse junto a la ventana. Los platos son en general típicos de Gran Bretaña, pero incorporan sabores mediterráneos para crear platos como corvina grillé con salsa de ruibarbo. La carta de vinos es un espejo de la elegancia simple del lugar.
El restaurante famoso del chef Michel Roux se encuentra en el tranquilo pueblo de Bray y ofrece la escapada gastronómica perfecta. El salón comedor muy íntimo, donde se celebran grandes banquetes, tiene salida a la terraza al aire libre frente al río Támesis. Cuando el clima lo permite, lo mejor es comer al aire libre; un toldo y las ramas de los sauces los protegerán del sol. La calidad de la comida es excelente, como es de esperar para un Relais-Château que figura en la lista Michelin. La mejor opción para el almuerzo o la cena es alguno de los menús fijos. Si la comida deliciosa logra persuadirlos de quedarse un rato más, pueden tomar alguna de las habitaciones del lugar. El hotel cuenta con once habitaciones decoradas con el mejor de los gustos y completas con servicio de internet y televisión. Así que, si desean una estadía espectacular y comida excelente, visite Waterside Inn.
Located in the trendy Kensington district, just a few steps from the Knightsbridge tube station, Le Petit Chien offers adventurous patrons a unique dining experience. Specialties include Braised Conch & Escargot served with rocket, fig reduction, and vanilla foam; and Smoked Veal Medallions with juniper berries and apple salad. The star of any meal here, however is their dessert, particularly the Thai Chili Chocolate Volcano. Also, make sure to check out their extensive wine list. The decor is just as eclectic as the menu, with the dining room decked out to reflect the season. Whether it's snowflakes dangling overhead or multicolored butterflies, Le Petit Chien is a delight for all senses. Champagne Brunch is served on weekends 11a-2p.
The Open House Cafe, located at Saint Paul's Parish Centre, offers delicious nourishing meals at reasonable rates. Members and non-members always drop in for a refreshing hot cup of coffee. The cafe has volunteers who are always ready to lend a ear to people's woes and help them through their dilemma. The cafe also hosts various musical concerts. Patrons can enjoy some soothing music as they much on their snacks.
Situated in the luxurious Sheraton Skyline Hotel, The Garden Restaurant serves modern Mediterranean cuisine, loved by a lot of frequenters. The patio-like ambiance will not let you realize the proximity of the London Heathrow Airport. The food and the relaxed feel of the place transitions you into the holiday mood. Lay back and enjoy!
Little Piggies Cafe is a neighborhood café that serves British breakfast and brunch items. Head here if you want to sample the typical local classics at inexpensive prices. Situated at the Childerditch Industrial Estate, it has simple interiors and a polite staff. This eatery is mainly frequented by industrial workers, truck and lorry drivers who stop for a quick meal. The daily menu is often listed on a blackboard and includes items like baked potatoes and BLT sandwich, along with plenty of green salads. The convenient location on the estate makes it a popular choice of blue-collar workers.
Chez Chow is a cocktail bar situated in the basement of the French bistro North Audley Cantine. This bar serves Asian-inspired tapas along with innovative cocktails. It has the distinct vibe of a speakeasy and is sprinkled with vintage knick-knacks, including large maps in wooden frames hung on the walls. An exotic Asian bamboo dresser greets you at the doorway, while elegant chimes and crystal chandeliers breath sophistication into the lounge. Enjoy slow-cooked baby back ribs and popcorn shrimp along with concoctions like Madame Chow infused with vermouth and Portobello Road gin. You can also try the Stone-Bass Sang Chow Bow, a dish composed of little gem lettuce stuffed with Atlantic Wreckfish Tartare, and seasoned with coriander, lime and pepper. This lounge was named for the owner's dog, Teddy the Chow Chow, who used the basement as a resting place before its conversion into a bar.