Primera clasificación Atractivos en Zurich

El Kunsthaus Zurich fue inaugurado en 1910 y considera su abundancia de piezas suizas de los siglos XIX y XX como lo más destacable de su colección. Extendida en muchas ocasiones, innegablemente ésta es una de las colecciones más significativas de Suiza, ya que cuenta con un gran número de obras dadaístas, así como piezas de Chagall, Mondrian, Munch y otros maestros. Aquellos partidarios de los artistas impresionistas estarán encontados de encontrar dos de las mejores pinturas de nenúfares en este lugar. El arte moderno no se olvida aquí. Encontrarás obras de Beuys, Baselitz y Bacon que lo representan. La colección completa está resaltada por un enorme premio de exhibición y fotografía de Alberto Giacommetti. Los Kunsthaus fomentan un buen tema de discusión debido a las exhibiciones temporales consistentes de gran alcance. En la entrada encontrarás una librería de arte minuciosamente surtida.

Amid the city's bustle lies a serene sanctum complete with tree-lined walkways and the ornate Hedwig Fountain. This moraine hill-top space is a picturesque canvas and a nationally significant Swiss heritage site. Evidence of early activity dates back to the 2nd Century, and it is believed that the former castle remained standing through the 6th Century. Lindenhof also became a center of political activity and significant historic events. Home to the antiquated Lindenhof quarter, Lindenhof hill is where a synergy of history, culture, and natural beauty takes center stage. What today stands as an open verdant space is an erstwhile Celtic settlement harboring a Roman fortress, the ruins of which are still visible today. This scenic, emerald-hued expanse affords sweeping views of Old Town's charming roofed houses, the meandering waters of the Limmat River, and even the distant, mighty Swiss Alps.

Crowning the picture-perfect Weinegg Quarter, this university garden is enlivened by a vivid tapestry of botanical wonders. It is an integral part of the Institute of Systematic Botany. Constructed across its verdant meadows are bubble-style greenhouses, bountiful harbors of plants which lovingly call to mind the clear weather and vibrant landscapes of the Mediterranean and the Tropics. Come spring, the garden comes alive with a burst of mesmerizing blooms while droves of frogs croon into its glimmering pond. From alpine roses and water plants to native European and primitive species, the garden strives to be an embodiment of both research and recreation, creating a gardenscape which is a spectacular feast for the senses.

A bevy of cultural experiences are to be found in this old villa, on top of a little hill in a park. On different floors, Rietberg Museum shows art from India, Southeast Asia, China, Tibet, Japan, Africa, Oceania, America, and Switzerland. Displays contain objects like statues of Shiva and other gods and goddesses, wooden dolls, masks and other artifacts. The admission prices for temporary exhibits differ from the normal rates. Get caught up in the world of the past and pay a visit to this magical museum.

El Grossmunster es probablemente el punto de referencia más conocido de Zurich. La cripta, que data de finales del siglo XI, cuenta entre los elementos sobrevivientes más viejos de la antigua Carolingian Münster (o catedral). El siglo XII trajo la introducción de la nave y su impresionante claustro, mientras que la basílica con galerías data de un período posterior. Las impresionantes torres gemelas que despliegan elementos de estilos romano, gótico y neo gótico, junto con los planos frecuentemente alterados para las extensiones, causaron una prolongada fase de construcción. En 1762, la torre de la campana fue destruida por un incendio y después de esto, se les dió su diseño característico actual a las torres gemelas. Esto fue el resultado de la reforma de que el Grossmünster fuera transformado en el edificio religioso más soberbiamente diseñado que es hoy. Es una mayor atracción turística para los fans de la arquitectura.

El Fraumünster es famosa por sus increíblemente coloridos vitrales, diseñados por Marc Chagall. La iglesia fue, sin embargo, construida mucho tiempo antes de que las ventanas fueran creadas y fue un presente de Ludwig des Deutschen (que significa 'Ludwig de los Alemanes') a su hija, quien fue la primera abadesa de la iglesia de las damas. No solo ella gobernó sobre un extenso territorio, ella también tuvo una fábrica privada; sin embargo, sólo el claustro y la iglesia con su coro romántico y nave gótica fueron sometidos a la ira de la Reforma. La torre del lado izquierda del edificio fue levantada en 1732 y presenta una antítesis refrescante a las cercanas torres gemelas del Grossmünster.